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Trasformar la realidad es siempre uno de los grandes sueños humanos y tal vez por ello los hermanos que hemos trabajado día a día para conseguir esta Capilla, nos conformemos con un casi total anonimato, contentos de haber rescatado para la iglesia de Santo Domingo, un espacio que, a pesar del tiempo y los acontecimientos, aún guardaba parte de su antiguo esplendor.

Nadie podía haberlo imaginado en los momentos, en que apenas podíamos adivinar qué había en aquellas paredes, que aún conservaban las huellas del fuego, ni comprendíamos bien el porqué aquellas cuerdas que movían las campanas debían de pasar, exactamente, por el centro de una cúpula manchada por el agua que resbalaba en los días de lluvia. Tapiada su comunicación con el templo, la antigua Capilla del legendario Cristo de Cabrillas era, hasta 1982, una herida abierta que nadie había podido pararse a restañar. Su espléndida embocadura era una constante llamada pero su estado interior anunciaba un esfuerzo no siempre realizable. Fue ese año cuando la Cofradía de los Dolores, que en esos momentos estaba naciendo, solicitó la misma para que en ella recibiera culto su Titular, del cual sólo conocía su advocación.

La capilla actual de Nuestra Señora de los Dolores, es fruto de varias remodelaciones anteriores. A finales del siglo XVII, Juan Valverde, un honrado vecino del lugar, fue asaltado por dos rufianes en uno de los parajes más peligrosos de la ciudad en aquella época, cercano al puente de Santo Domingo. Tras salir ileso, se encomendó a Dios, y construyó una capilla en aquel mismo lugar para albergar y dar culto a una imagen de un Crucificado de advocación del Perdón.

En 1747, Martín Federico Díez, un vecino que se encargaba de acoger a pobres enfermos, introdujo la devoción a la Virgen de los Dolores, fundando un Rosario nocturno, conocido como Hermandad de los Tiñosos, para recaudar limosnas y curar dicha enfermedad. Al no tener un lugar digno donde albergar a la imagen de la Virgen de los Dolores, pidió permiso para ubicarla en la capilla del Crucificado del Perdón.

Esta primitiva capilla se ubicaba en la calle Marqués en las estribaciones del Puente de Santo Domingo, circunscrita a la feligresía de San Juan. Posteriormente este rosario nocturno se disolvió, pero la devoción a la Virgen de los Dolores fue acrecentándose poco a poco, y eclipsando al crucificado, hasta perder la pista a dicha imagen.

 Antigua Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de los Dolores

Plaza de la Religiosa Filipense Dolores Márquez, 1. - 29007 - Málaga.

Telf.: 952 28 16 48

e-mail correo@doloresdelpuente.es

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