En 1927, por razones urbanísticas fue demolida la antigua capilla, trasladándose la imagen de la Virgen al otro lado del río, donde la Archicofradía de la Esperanza le labró una pequeña capilla en la fachada este de Santo Domingo. La Virgen de los Dolores cambió de feligresía, pero sus devotos conocían que seguía unida a ese eje inconfundible, que unía un lado y otro del rio, el Puente de los Alemanes o también conocido como de Santo Domingo.
Posteriormente en 1992, de nuevo una reforma urbanistica, subía la cota del nivel del suelo del Pasillo de Santo Domingo mas de metro y medio, por lo que se llegó a un acuerdo con la Congregación de Mena, para construir la nueva capilla (la que actualmente existe) en el denominado "patinillo" colindante con la hermandad dominica.
Siguiendo el diseño de Jesús Castellanos, la capilla se distribuye con una fachada flanqueada por dos pilastras de ladrillo rematadas con un frontón roto, en el que corona una pequeña hornacina con una escultura de Santo Domingo. En el interior se dispone un pequeño retablo con una mesa de altar en el que sustentan columnas corintias rematados por unas volutas, en la parte alta, se dispone un penacho que alberga un corazón traspasado, todo ello realizado en madera.